Hay personas que sienten distinto. Que perciben el mundo sin filtros, con una intensidad que a muchos asusta. Hay quienes no hablan con palabras, pero se comunican con miradas, movimientos, pausas o silencios, que no pueden mentir. Hay almas que no encajan en los moldes, no porque estén rotas, sino porque son demasiado verdaderas para fingir ser otra cosa.

A esas personas, el mundo no las ha sabido sostener. Les ha ofrecido etiquetas, diagnósticos, juicios, correcciones. Les ha dicho que están mal, que deben cambiar, que deben adaptarse… o callar.

El mundo ha confundido diferencia con deficiencia.

Y el costo de esa ceguera es brutal.

• Más del 70% de las personas autistas diagnosticadas tardíamente ha pensado en el suicidio.
• Cerca del 30% lo ha intentado.
• En adultos autistas sin discapacidad intelectual, el riesgo de suicidio consumado es hasta 9 veces mayor que en la población general.
• Las personas con TDAH no diagnosticado tienen mayores tasas de adicción, fracaso escolar y ansiedad crónica.
• Muchas personas neurodivergentes son infantilizadas, desacreditadas o tachadas de inadaptadas en entornos laborales, médicos, familiares y educativos.
• Las familias que intentan acompañar, muchas veces están solas, confundidas, sin recursos... y sin paciencia ni esperanzas.

¿Qué pasaría si el problema no estuviera en ellos, sino en un mundo que no sabe cómo sostener lo que no entiende?

La mayoría no necesita ser "corregida".

Necesita ser escuchada.

¡Necesita no tener que luchar por existir!

Por eso nacimos.

Para sostener. Para escuchar. Para construir puentes entre mundos que aún no saben cómo encontrarse.

sostenme.org es un espacio de amor estructurado. Una red de conciencia, tecnología y apoyo. Un santuario para quienes han tenido que luchar simplemente por ser.

Sostenme.org nace de la urgencia de crear espacios seguros para quienes han sido marginados por no encajar. Nace de la necesidad de visibilizar que la verdadera discapacidad no está en quien percibe diferente, sino en una sociedad que aún no ha aprendido a incluir.

Aquí no corregimos. Acompañamos.

Aquí no etiquetamos. Nombramos con el corazón.

Aquí no pedimos que encajen. Nos abrimos para expandir lo que entendemos como humano.

Este no es solo un manifiesto. Es una promesa:

Prometemos sostener a quienes no siempre pueden sostenerse solos.

Prometemos crear espacios seguros, estructuras compasivas y una cultura que escuche con el alma.

Prometemos recordar, cada día, que lo diferente es también importante.

Y que ninguna sensibilidad debe ser exiliada ni silenciada en este mundo.